
Huertos urbanos y jardines, dos caras de la misma moneda
Valencia Green Finita estuvo en la conferencia «Huertos Urbanos – Experiencias» realizada por el arquitecto Antonio Gallud. El evento no estuvo exento de denuncia ante la imposición de grandes infraestructuras que han destruido la huerta y el debate en torno a las diferencias entre huerto y jardín.
El pasado 29 de septiembre tuvo lugar en la Sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset la conferencia «Huertos Urbanos – Experiencias». El conferenciante fue el arquitecto Antonio Gallud, cuyo proyecto fue uno de los tres ganadores del concurso de ideas para el PAI del barrio de Benimaclet, organizado por la Asociación de Vecinos de este mismo barrio.
El arquitecto realizó un recorrido histórico por el origen y evolución del huerto urbano y la movilización social en la recuperación de espacios agrícolas, tanto en el territorio rural como en parques, jardines, azoteas de edificios o espontáneamente en solares abandonados o lugares degradados. La exposición continuó con la revisión de proyectos de huertos urbanos realizados en varias ciudades, como Madrid y Valencia, y un ligero análisis de las claves del proyecto para el PAI de Benimaclet.
En el turno de preguntas se abrió el debate sobre la difusa barrera entre jardín y huerto y cómo se podrían plantear soluciones innovadoras que pudieran permitir el disfrute de la huerta por parte de los ciudadanos que no estén implicados en su gestión directa.
Finalmente, se expuso también, por parte de un vecino del barrio del Cabañal, el sentimiento de añoranza de los antiguos valores de la ciudad y la huerta y de cómo convivían en armonía ambos territorios en ausencia de especulación.
Desde la perspectiva de nuestro equipo Valencia Green Finita, quedó patente el grave problema que supone para espacios naturales productivos el desmesurado crecimiento del sector terciario y de las ciudades, en parte provocado por la frenética aspiración de sus ciudadanos a poseer propiedades en zonas periféricas, que les permitan disfrutar de la tranquilidad, del elitismo y, al mismo tiempo, de los servicios de Valencia: “Hoy en día lo queremos todo y ya se ha demostrado, a pesar de nuestra soberbia y la obstinación tecnológica, que no se puede tener todo sin pagar un alto precio”.